lunes, 24 de febrero de 2014

La importancia de educar en Seguridad Vial.


Partimos de una realidad social en la que la incorporación de los vehículos a la vida de las personas ha ocasionado demasiados conflictos, generando  problemas de convivencia, de respeto mutuo y de cumplimiento de las normas de circulación, lo que en ocasiones genera siniestros traducidos en
lesiones leves, graves e incluso la muerte de muchas personas de todas las edades.
Pese a todo, y con cierta tardanza o indiferencia de la propia sociedad en general y de cada ciudadano en particular, en los últimos años se ha producido un cambio importante en el comportamiento de los usuarios, que están siendo más conscientes de la necesidad de tener comportamientos más seguros en el uso de las vías y vehículos. Este cambio ha incidido en las variables más relevantes en la accidentalidad: uso del cinturón y sistemas de retención infantil, uso del casco y descenso de la velocidad. Hemos conseguido, entre todos, que España reduzca en más de un 53% el número de personas fallecidas desde el año 2000.    

Los menores forman parte de uno de los colectivos más vulnerables en la accidentalidad vial. Entre las tres causas principales de fallecimiento de personas de entre 5 y 44 años, figuran los traumatismos causados por el tránsito. Según fuentes de la DGT, en 1998 en España 465 menores murieron en accidentes de tráfico. Más de una muerte al día de chicos que nunca llegaron a cumplir los 18 años. En 2010, el último año del que disponemos de estadísticas consolidadas, todavía estamos hablando de 129 muertes, es decir, aproximadamente, los alumnos que hay en seis clases. Este hecho nos ayuda a imaginar el impacto si en una catástrofe perecieran todos los alumnos de primaria de un colegio de una sola línea: pensemos en las familias de cada uno de estos menores, en sus amigos, en sus compañeros de colegio, en los años potenciales de vida, en los gastos… Además, hay que tener en cuenta a los 826 menores de edad que fueron heridos graves en accidentes de tráfico solo en 2010. Tanto ellos como sus allegados tienen que afrontar a veces secuelas de por vida. Lo problemático de esta realidad es que, con medidas preventivas adecuadas, como es la educación vial, muchas de estas secuelas negativas se podrían haber evitado.
Según estas mismas estadísticas, por franjas de edad, los menores fallecidos en 2010 han sido: 32 entre 0 y 5 años, 47 entre 6 y 14 años y 50 entre 15 y 17 años. La concentración de accidentes en los adolescentes de entre 15 y 17 años no es un hecho aislado, se viene repitiendo año tras año y sus causas son variadas. Las conductas de riesgo tienden a incrementarse en la adolescencia y las oportunidades para cometerlas también. Mientras que en todas las demás edades la mayoría de fallecimientos (ya sean de conductores o de pasajeros) se producen en turismos, este grupo de edad es una excepción. Entre los 15 y los 17 años son más comunes las muertes en ciclomotor o motocicleta (21 en 2010) que en turismo (18 en 2010).
En un momento como el actual, en el que las cifras de accidentes se comentan con cierta satisfacción porque se han reducido significativamente, cabe destacar que cada muerte es una muerte más y nunca una muerte
menos. Parece obvio que reducir los accidentes no supone devolver la vida a nadie pero, a veces, en la cobertura informativa se pierde esa perspectiva.
El descenso es solo comparativo, porque el número global no deja de crecer, aunque crezca más despacio. Desde 1998 hasta 2010, han muerto 3.807menores de edad en accidentes de tráfico en España. Cada año esta cifra se ha incrementado un poco menos, pero eso no quiere decir que «disminuyan» las muertes y las secuelas, ya que cada vida perdida es independiente y el número acumulado no deja de crecer. La sociedad en su conjunto y cada ciudadano en particular deben hacer un esfuerzo constante de responsabilidad compartida para reducir al máximo este problema de salud e incrementar los niveles de seguridad vial.
En este Blog no podemos centrarnos en  todos y cada uno de los aspectos relacionados con la Seguridad Vial, pero más que teorizar acerca de una buena praxis al volante, queremos concienciar de la importancia de educar a los más pequeños en Seguridad Vial.
Los niños son más vulnerables por su tamaño físico, los problemas de percepción auditiva y visual, la carencia de toma de decisiones, la falta de percepción del riesgo, la fragilidad frente a un accidente, etc.
Es por ello que... ¡Conciénciale, conciénciate!


jueves, 20 de febrero de 2014

Bienvenidos

Os damos la bienvenida a nuestro Blog sobre Educación Vial para niños de Educación Primaria. Somos Javier Pérez, Carlos Ortega y Rubén Sánchez, tres alumnos de primer curso del grado de Magisterio en Educación Primaria.

En este Blog vamos a hablar sobre la importancia que tiene educar a los niños en la seguridad vial. Aprenderemos a circular correctamente por la calle (cuando vayamos andando o en bici), conoceremos las principales señales y marcas viales que deberemos respetar y, a la vez, nos divertiremos jugando.